Desde muy pequeña trabajé mi cuerpo a través del Ballet y la Gimnasia Rítmica. Fue cuando comencé mis estudios superiores en la Universidad, cuando comencé a prestar más atención a mi exterior que a mi propio cuerpo. Desde ese momento y durante más de 10 años sufrí dolores de espalda, hombros y cuello.

En el año 2010 el Yoga llegó a mi vida y la cambió. Comencé a practicar Lu Jong en 2014 y la mejoría que experimenté fue casi inmediata. Mis molestias desaparecieron y todas mis prácticas corporales comenzaron a favorecer también mi mente y mi energía. Ahí comprendí el poder que tenemos cada uno de nosotros en nuestro interior.

Podemos trabajar nuestro cuerpo físico, burdo, ser más fuertes y estar más estilizados, pero lo realmente importante es encontrar el equilibrio de todo esto con la mente. Yo lo sigo practicando cada día y de ahí nace Maday Yoga, un espacio para compartir, aprender y mejorar juntos.